Hace dos años, escuche hablar de un terapeuta en
Hawaii quien curó un pabellón completo de pacientes criminales
insanos sin siquiera ver a ninguno de ellos. El psicólogo estudiaba la
ficha del recluso y luego miraba dentro de si mismo para ver cómo él había
creado la enfermedad de esa persona. En la medida en que el mejoraba, el
paciente se mejoraba.
La primera vez que escuche hablar de esta historia,
pensé que era una leyenda urbana. ¿Como podía cualquiera curar a otro con solo
curarse a si mismo? ¿Como podía aunque fuera el maestro de mayor poder de auto
curación curar a alguien criminalmente insano? No tenia ningún sentido, no era
lógico, de modo que descarté esta historia.
Sin embargo, la escuche nuevamente un año después.
Escuché que el terapeuta había usado un proceso de sanación Hawaiano llamado
“oponopono”. Nunca había oído hablar de ello, sin embargo no podía sacarlo de
mi mente. Si la historia era totalmente cierta, yo tenía que saber más.
Siempre había entendido que “total responsabilidad” significaba que yo soy
responsable de lo que pienso y hago. Lo que esté mas allá, está fuera de mis
manos. Pienso que la mayor parte de la gente piensa igual sobre la
responsabilidad. Somos responsables de
lo que hacemos, no de lo que los otros hacen – pero eso está equivocado.
El terapeuta Hawaiano que sanó a esas personas
mentalmente enfermas me enseñaría una nueva perspectiva avanzada sobre lo que
es la total responsabilidad. Su nombre es Dr. Ihaleakala Hew Len. Probablemente
hayamos pasado una hora hablando en nuestra primera conversación telefónica. Le
pedí que me contara la historia total de su trabajo como terapeuta.
Él explicó que había trabajado en el Hospital
Estatal de Hawai durante cuatro años. El pabellón donde encerraban a los locos
criminales era peligroso.
Por regla general los psicólogos renunciaban al mes
de trabajar allí. La mayor parte de los miembros del personal allí caían enfermos o
simplemente renunciaban. La gente que atravesaba ese pabellón
simplemente caminaba con sus espaldas contra la pared, temerosos de ser
atacados por sus pacientes. No era un lugar placentero para vivir, ni para
trabajar ni para visitar.
El Dr. Len me dijo que el nunca vio a los pacientes.
Firmo un acuerdo de tener una oficina y revisar sus legajos. Mientras miraba
esos legajos, él trabajaría sobre sí
mismo. Mientras el trabajaba sobre
si mismo, los pacientes comenzaban a curarse.
“Luego de unos pocos meses, a los pacientes que
debían estar encadenados se les permitía caminar libremente” me dijo. “Otros
que tenían que estar fuertemente medicados, comenzaban a mermar su medicación.
Y aquellos que no tenían jamás, ninguna posibilidad de ser liberados, fueron
dados de alta”. Yo estaba asombrado. “No solamente eso” continuó, “sino que el
personal comenzó a gozar yendo a trabajar.”
“El ausentismo y los cambios de personal
desaparecieron. Terminamos con más personal del que necesitábamos porque los
pacientes eran liberados y todo el personal venía a trabajar. Hoy ese pabellón
esta cerrado.”
Aquí es donde yo tuve que hacer la pregunta del
millón de dólares: “¿Qué estuvo haciendo usted con usted mismo que ocasionó que
esas personas cambiaran?”
“Yo simplemente estaba
sanando la parte de mi que los había creado a ellos”, dijo él. Yo no entendí. El Dr. Len explico
que entendía que la total responsabilidad de tu vida implica a todo lo que está
en tu vida, simplemente porque está en tu vida, y por ello es tu
responsabilidad. En un sentido literal, todo
el mundo es tu creación.
¡Uau! Esto es duro de tragar. Ser responsable por lo
que yo hago o digo es una cosa. Ser responsable por lo que cualquiera que esté
en mi vida hace o dice es otra muy distinta. Sin embargo la verdad es esta: si asumes completa responsabilidad por tu
vida, entonces todo lo que ves, escuchas, saboreas, tocas o experimentas de
cualquier forma es tu responsabilidad porque ésta en tu vida. Esto
significa que la actividad terrorista, el presidente, la economía o cualquier
cosa que experimentas y no te gusta, esta allí para que tu la sanes. Ello no existe, por decirlo así, excepto
como proyecciones que salen de tu interior. El problema no está con ellos, está
en ti, y para cambiarlo, debes cambiar tú.
Se que esto es difícil de captar, mucho menos de
aceptar o de vivirlo realmente. Achacar a otro la culpa es mucho más fácil que
asumir la total responsabilidad, pero mientras hablaba con el Dr. Len, comencé
a comprender esa sanación de él y que el
ho’oponopono significa amarte a ti mismo.
Si deseas mejorar tu vida, debes sanar tu vida. Si
deseas curar a cualquiera, aún a un criminal mentalmente enfermo, lo haces
curándote tu mismo.
Le pregunte al Dr. Len como se curaba a si mismo.
Qué era lo que él hacía exactamente cuando miraba los legajos de esos
pacientes.
“Yo simplemente permanecía diciendo ‘Lo siento’ y ‘Te amo’, una y otra vez”
explicó él.
“¿Sólo eso?”
“Sólo eso.”
“Resulta que amarte a ti
mismo es la mejor forma de mejorarte a ti mismo, y mientras tú te mejoras a ti
mismo, mejoras tu mundo”
Permíteme darte un rápido ejemplo de como funciona
esto: un día, alguien me envía un e-mail que me desequilibra”. En el pasado lo
hubiera manejado trabajando sobre mis aspectos emocionales tórridos o tratando
de razonar con la persona que envió ese mensaje detestable. Esta vez yo decidí
probar el método el Dr. Len. Me puse a pronunciar silenciosamente “lo siento” y
“te amo”. No lo decía a nadie en particular. Simplemente estaba invocando el
espíritu del amor para sanar, dentro de mi lo que estaba creando la
circunstancia externa.
En el término de una hora recibí un email de la
misma persona. Se disculpaba por su mensaje previo. Ten en cuenta que yo no
realicé ninguna acción externa para lograr esa disculpa. Yo ni siquiera
contesté su mensaje. Sin embargo, sólo diciendo “te amo”, de algún modo sané dentro de mí lo que estaba creando en
él.
Mas tarde asistí a un taller de ho’oponopono
dirigido por el Dr. Len. Él tiene ahora 70 años de edad, es considerado un
chaman abuelo y es algo solitario.
El alabó mi libro “El Factor Atractivo”. Me dijo que
mientras yo me mejoro a mi mismo, la vibración de mi libro aumentará y todos lo
sentirán cuando lo lean. En resumen, a
medida que yo me mejoro, mis lectores mejorarán.
“¿Y qué pasara con los libros que ya he vendido y
han salido de mi?” pregunté.
“Ellos no han salido” explicó él, una vez más
soplando mi mente con su sabiduría mística. “Ellos aún están dentro de ti”. En
resumen, no hay afuera. Me llevaría un libro entero explicar esta técnica
avanzada con la profundidad que ella merece.
“Basta decir que cuando
quiera que desees mejorar cualquier cosa en tu vida, hay solo un lugar adonde
buscar: dentro de ti. Cuando mires, hazlo con amor”.
* * * *
Éste es uno de esos mensajes que literalmente
cambian la vida. Hemos oído muchas veces que nosotros creamos nuestra realidad,
que el mundo es un reflejo de quienes somos, que todos somos uno, que todo
comienza y termina en ti, etc., etc. Pienso que ustedes los conocen a todos. Es
otra historia ver cuanto comprendemos verdaderamente de la esencia de todas
esas afirmaciones. Sin embargo, en mi humilde opinión, la simplicidad del
mensaje en esta historia presiona nuestras teclas y hace caer la ficha. ¡Es tan
simple!
A todos y cada uno de ustedes: ¡Lo siento! ¡Te amo!
Enviado amorosamente por Gilda M. Tangtam.
MÁS SOBRE LA TÉCNICA
HOO-PONOPONO
En hawaiano, Hoo significa CAUSA y Ponopono significa PERFECCIÓN.
A través de esta técnica, tenemos la capacidad de hacer lo correcto a nuestro
propio Ser, de volver al estado de perfección, de colocar nuevamente nuestra
página vivencial en blanco…, con sólo pedirle a la Divinidad que aquello que
yace dentro de nosotros, aquello que ha ocasionado una división en nuestros
pensamientos, venga a la superficie para ser liberado.
Al pedir perdón
a la Divinidad por haber hospedado pensamientos que nos han separado de
nuestra Unidad con el Espíritu... el pensamiento pernicioso y recurrente
desaparece. Para lograrlo, algunas veces se necesita pedirlo varias veces a fin
de que la razón que está detrás del pensamiento aparezca en la superficie y sea
liberada. Y cuando es liberada, el espacio se llena inmediatamente con un
amoroso sentido de Unidad con todo.
El Hoo-Ponopono es un proceso de contrición, arrepentimiento, pedido de
perdón y transmutación y consiste en realizar una petición a la energía del Amor
Universal e Incondicional para cancelar y reemplazar las energías tóxicas que
puedan hallarse en uno mismo. El Amor efectúa dicho proceso fluyendo a
través de la Mente Espiritual o Supra-consciencia y continúa su flujo a través
de la Mente Consciente, liberándola de la excesiva racionalización para
finalizar en la Mente Emocional o Subconsciente, donde anula todos los pensamientos
que tengan emociones tóxicas, reemplazándolos con Amor incondicional.
No hay límites en el número de veces que esta
herramienta puede ser usada, especialmente en lo referente a transmutar en pura luz tus pensamientos,
los de tu familia, ancestros y
descendientes, puesto que esta herramienta es una petición a purificar los
pensamientos tóxicos que causan reales divisiones en tu percepción.
El Ho´Ponopono es realmente muy simple. Para los
antiguos hawaianos, todos los problemas se empiezan a gestar en los
pensamientos. Tener pensamientos no es el problema. El problema está en todos
nuestros pensamientos que se encuentren plenos de memorias dolorosas sobre
personas, lugares o cosas.
El intelecto como tal no puede solucionar esos
problemas porque él solamente gestiona procesos. Gestionar cosas no soluciona
los problemas del todo. Tienes que dejar que fluyan. Cuando se hace
Hoo-Ponopono, la Divinidad se hace cargo
de los pensamientos dolorosos y los neutraliza. Haciendo Hoo-Ponopono, tú no
purificas personas, lugares o cosa alguna. En cambio, neutralizas la energía
dolorosa que tú asocias con esas personas, lugares o cosas. Así que la
primera etapa para hacer Hoo-Ponopono es purificar energías.
Al seguir, algo maravilloso ocurre. No solamente la
energía queda neutralizada, sino que se desprende, quedando una nueva página
vacía donde escribir de nuevo otra realidad. La etapa final es permitirle a la
Divinidad hacer acto de presencia y rellenar el vacío de esa página en blanco
con Luz Divina.
Para hacer Hoo-Ponopono no necesitas saber cual fue
el error cometido o cual fue el problema. Apenas
necesitas percibir la existencia de situaciones físicas, mentales o emocionales
que te estén abrumando. Cuando lo hagas, tu responsabilidad estriba en
comenzar inmediatamente a sanar la esencia de tales situaciones, diciendo
simplemente: “Lo lamento. Por favor perdóname”.
Se trata apenas de realizar un trabajo interno sobre ti mismo, para mejorar lo externo.
El procedimiento personal estriba en mantenerse
callado y centrado en ti, permitiendo que el proceso de transmutación se lleve
a cabo por sí mismo, pues si involucras
tu intelecto, el proceso se detiene.
Si deseas resolver un problema personal, trabaja
sobre ti mismo. Si tienes un problema con otra persona, simplemente pregúntate:
“¿Qué existe en mi que hace que esta persona me ataque?”. Elévate sobre esas
situaciones diciendo simplemente: “Lo
lamento por cualquier cosa que haya sucedido o esté sucediendo. Por favor,
perdóname”.
Lo bonito de esto es que no hay que comprender nada
a nivel racional. Es como navegar por Internet. Apenas hay que ir hacia la
Divinidad y hacer clic para bajar la información solicitada.
Por ejemplo, si alguien se nos acerca hablándonos
de que sufre una cierta pena o dolor físico, podemos preguntarle a la
Divinidad: “¿Qué ocurre en mí que he causado dolor o sufrimiento sobre esta
persona?”. Y luego, podemos preguntar a la Divinidad: “¿Cómo puedo rectificar
ese problema en mi?”. O también: “Por favor, cualquier cosa que sea que ocurra en
mi que haya causado este sufrimiento en fulano, dime como puedo rectificarlo”.
Las respuestas a esas interrogante suelen venir sin esfuerzo, pero a
continuación deberíamos hacer lo que se nos sugiera… Lo que aquí importa no es
el efecto sino el entendimiento del origen del problema. Ésa es la clave.
En el caso de ser un terapeuta que use Hoo-Ponopono
para ayudar a otros a sanar, debes primero conectarte con la Fuente Divina y
apelar al Amor Universal para corregir los erróneos pensamientos que existan en
ti y que se estén manifestando en la actualidad principalmente como un problema
en ti y luego en tu cliente o consultante.
Esta súplica o apelación estriba en un proceso de
arrepentimiento y solicitud de perdón por parte del terapeuta: “Yo lamento que mis erróneos pensamientos
hayan causado situaciones negativas en mi y en mi paciente. Por favor,
perdóname”.
El Hoo-Ponopono vale también para tratar
situaciones derivadas de objetos inanimados, espacios físicos que deban ser
sanados, etc. El límite es nuestra
percepción o imaginación.
La manifestación de una amorosa responsabilidad es
lo que transmuta los errores dentro de nosotros que manifiestan el problema (en
nosotros o en los demás). La actitud amorosa los cancela y los corrige.
Liturgia para hacer
Hoo-Ponopono
Esta liturgia se refiere a procurar sanar aspectos
que involucran otras personas.
Todos los procedimientos hawaianos comienzan con
una respiración denominada Ha. Una serie de Ha consiste en inhalar durante 7
segundos (o contando 7), retener la respiración contando 7 y exhalar contando 7
veces. Cuando hayas vaciados tus pulmones, reten la respiración durante un
conteo de 7. Relájate y permite que tu propio ritmo respiratorio determine por
sí mismo cuando puede durar tu conteo de 7.
Siéntate entonces con las palmas de tus manos
descansando sobre tu regazo, con los pulgares y dedos índices en contacto entre
sí. A seguir, toma 7 ciclos de respiración Ha, tal como se explicó arriba.
Luego, lee la siguiente oración en voz alta:
Divino Creador, Padre,
Madre e Hijo, Todos en Uno...:
Según tus creencias, esto lo puedes sustituir por:
Amado Espíritu, amada
Unidad de Todo lo que Es…:
Si de cualquier manera yo, mis familiares, amigos,
ancestros y descendientes te hemos ofendido o causado cualquier tipo de daño a
ti, a tus familiares, amigos, ancestros y descendientes en pensamientos,
escritos, palabras o acciones desde el principio de la creación hasta la
fecha presente (puedes decir cual es la fecha presente), transgrediendo o
quebrantando la Unidad de Todo lo que Es contra nosotros o fuera de nosotros
hacia los demás, entonces nosotros solicitamos humilde y modestamente ser
perdonados por ello.
Por favor, pedimos que cualquier tipo de memorias,
obstáculos o energías no deseadas sean limpiadas, purificadas, definitivamente
desprendidas, liberadas y transmutadas en Pura Luz.
Pedimos que esto sea hecho… y ya se cumplió.
Otros formulismos que pueden ser aplicados en varias ocasiones
Te amo y si desperté sentimientos hostiles en ti,
lo siento y te pido perdón. ¡Gracias!
Lo lamento. Por favor, perdóname por cualquier cosa
que se halle en mi interior que se manifieste como un problema (en mi o en
ti).
Cuatro técnicas Hoo-Ponopono adicionales
Técnicas para la solución de problemas que pueden
ser aplicados a restablecer la propia identidad a través de la anulación de
memorias que reproducen frecuentemente una y otra vez los problemas en el
Subconsciente.
1 - Yo te amo
Cuando tu alma experimente memorias que reproducen
una y otra vez situaciones problemáticas, habla silenciosamente con tus
memorias y diles: “Las amo, queridas memorias. Agradezco la oportunidad de
liberarlas y de liberarme”.
“Yo te amo” puede ser repetido una y otra vez. Tus
memorias nunca se van de vacaciones o se retiran a menos que tú lo hagas. “Yo
te amo” puede ser usado aún si tú no estás realmente consciente de cuál es el
problema. Por ejemplo, puede ser aplicado antes de emprender cualquier
actividad como hacer una llamada, responder al teléfono o antes de entrar en un
vehículo para dirigirte a cualquier lugar.
2 - Gracias
Este proceso puede ser usado junto a o en vez de
“Te amo”, repitiéndolo mentalmente una y otra vez. “Gracias. Yo te amo”. O
simplemente, “¡Gracias!”.
3. Agua azul solarizada
Beber cantidades de agua es una maravillosa
práctica para solucionar o sanar situaciones, particularmente si es agua azul
solarizada.
Consíguete un envase de vidrio azul con una tapa no
metálica, llénalo de agua potable y coloca el envase (o la botella) bajo el sol
o bajo la luz de una lámpara incandescente (no fluorescente) durante un tiempo
mínimo de una hora.
Después de haber solarizado el agua, puedes
beberla, cocinar con ella, lavar frutas y vegetales, enjuagarte la cara o el
cuerpo.
Tal como sucede con el proceso “”Yo te amo” y
“Gracias”, el agua azul solarizada borra las memorias que causan las
situaciones repetitivas en la mente Subconsciente.
4 - Fresas y arándanos
Estas frutas anulan memorias. Pueden ser comidas
frescas, deshidratadas, en mermeladas, siropes o helados.
En el texto que sigue se
hace alusión a “Silvia Freire”, sobre quien no tengo referencias… Sigue el
texto:
Esta semana, Silvia decía lo que te transcribo a
continuación:
"Preparándonos para la visita de Julio Bevione
a Argentina, para el taller que dará para nosotros el 29 y 30 de septiembre, en
Cabrera 4849, Capital, vamos a trabajar con nuestros sistemas de
creencias. Necesitamos vaciar la mente y para ello, asumir y reconocer que somos un sistema de
creencias. Somos eso: un sistema de
creencias interactuando con el sistema de creencias de la persona que tenemos
delante.
Nuestro sistema de creencias está formado por todo
lo que creemos: lo que creo que es bueno, lo que creo que es malo; lo que creo
que es útil y lo que creo que es inútil... y en la interacción con el otro, el
ego lo que necesita es defender ese sistema de creencias y trata de imponer sus creencias.
Para ello, tal como dice el Curso de Milagros,
haremos los ajustes necesarios en la realidad para que la realidad refleje eso
que creemos, sea lo que fuere. Entonces, lo que hago es pensar (por mi
creencia) que el otro es de determinada manera. Cualquier cosa que el otro haga
o diga - que corrobore mi creencia - hace que mi ego se sienta satisfecho y se
sienta beneficiado.
Ahora estamos trabajando con una nueva técnica (que
se llama ho'oponopono y deriva de lo que enseña el Dr.hawaiano Ihaleakalá Hew
Len) cuya base es sentirse un 100% responsable de lo que ocurre en toda nuestra
vida. Responsable de todo lo que hacen o dicen todas las personas que
participan en ella, porque si están en
mi película es que yo les di el guión. Ya sea nuestro esposo o el
presidente, si forma parte de nuestra realidad es responsabilidad nuestra.
Cuando terminé de leer esta información, escuché a
mi suegro que estaba peleándose por teléfono con un proveedor, y me di cuenta
de que mi ego, en ese instante, se estaba vanagloriando de confirmar una
creencia que yo tengo respecto de mi suegro: creo que mi suegro es un peleador.
El hecho de que él sea peleador a mí no me afecta directamente, ya que no pelea
conmigo; pero lo que hace que el ego
sienta placer es confirmar su sistema de creencias. Lo único que quiere el ego es confirmar que tiene razón, para
justificarse. El ego necesita justificar haber armado un sistema de creencias.
Entonces, el ego nos dice: "¿viste que era verdad que esa persona es de
tal modo?".
Esta nueva teoría nos responsabiliza totalmente, y
cambia la forma en que vemos todo lo aprendido, y cierra con lo que desde el
principio dice el Curso de Milagros, y también la física cuántica, respecto a
que el observador afecta lo observado.
Entonces, si una persona está en mi película, yo
soy responsable de todo lo que haga o diga, aunque no sea conmigo. Y la técnica
es decirle a esa persona: "Lo siento,
te amo" y luego decirme a mí misma: "Lo siento, me amo".
Así que cuando escuchaba pelear a mi suegro por
teléfono, le pedí disculpas mentalmente. Le dije "lo siento, te amo,
lamento que el concepto que yo tengo de ti haga que ahora estés mostrándome este
aspecto tuyo; perdóname por convocar este aspecto en ti". E
inmediatamente, me dije a mi misma "Lo siento, me amo; me perdono por
haber sentido ese placer de tener razón, me perdono por convocar en ti a uno
que me demuestra que eres peleador, confirmando mi creencia".
No me crean, por favor, pruébenlo. Díganle
mentalmente a cada persona que tenga una reacción que les provoque fricción: "Lo siento, te amo, lo siento, me
amo". Mi suegro tardó menos de un minuto en cortar la comunicación
amablemente, despidiéndose con un beso del proveedor ¡al que le estaba gritando
un minuto antes!
Y no caigan en la tentación de decir "claro, yo soy una creación de él, es
él quien está dibujando esta reacción mía...". ¡En todo esto los demás
no existen! Yo estoy sola en el cine, mirando una pantalla en blanco donde se
proyecta la película que yo escribí, con los actores que yo elegí. Y si no me
gusta lo que el otro dice, la forma de empezar a solucionarlo es tener muy
presente que yo misma escribí ese guión. Hay que tomar el volante de nuestra
vida, porque mientras no tomamos conciencia de que no estamos manejando, el
auto avanza igual, sin nadie que lo guíe. No es que dejamos de crear nuestra
realidad, sino que seguimos creando pero
sin conciencia de estarlo haciendo.
Ante una pregunta de una alumna respecto que no
terminaba de creer que esto funcionara así, Silvia dijo:
“¡Toda esta nueva teoría es muy complicada, muy
nueva, muy distinta! Yo tengo un montón de años de vida, y viví creyendo que
eran los otros los que me hacían, los que me perjudicaban, los que eran locos,
malos, pesados, tontos... ¡y ahora
resulta que todos son una creación mía! Es muy difícil convencer a la mente
de esto... pero parece que es así como funciona... y siento que es así”.
Otra alumna preguntó cuándo lograríamos realmente
deshacer todas estas creencias, cuando seríamos realmente libres. Silvia dijo:
“Te recomiendo que no te permitas preguntarte
cuando. Primero, al preguntar cuando, estás afirmando que el tiempo existe y
parece que el tiempo no existe, que es sólo una cuestión de prolijidad para que
no ocurra todo en este instante. Si algo es ahora o es en 10 años, lo que
importa es que ES. Y cuando algo es, hace que SIEMPRE lo sea. Cuando algo es,
ES. Y el cuándo fomenta una ansiedad que es la misma que hace que vayas en un
tren de primera clase, hermoso, rodeada de lujos, pasando por paisajes
paradisíacos, y que en vez de disfrutar, vayas pendiente de leer los carteles
de los kilómetros que faltan...
Mi amor, relájate, mira el paisaje, come algo rico,
disfruta del viaje. No te permitas preguntarte cuándo, porque esa pregunta
alerta al ego, le da poder. Todo lo que sean emociones negativas (como la
ansiedad) viene de la oficina del ego. Cuando surja una pregunta de ese estilo,
no pierdas la paz ni con el cuándo ni con el cómo. Concéntrate en saber que
estás en el camino, yendo hacia el lugar al que quieres arribar: la absoluta
paz interior".
Esta semana, Silvia Freire nos dijo, respecto de
esta técnica, que Ho'oponopono significa "corregir el error desde el
amor". La técnica es decir: "Lo siento, te amo. Lamento que haya algo
en mí que se manifiesta en ti. Y lo siento, me amo. Me perdono por estar
creando esta realidad".
Silvia dijo también:
"Les voy a contar cómo lo uso yo. Además de
aplicar el "lo siento, te amo, lo siento, me amo", yo dedico un
espacio de tiempo a trabajar la técnica con la palabra original. Entonces, me
quedo en silencio y con el primer pensamiento que aparece, le digo la palabra
original: Ho'oponopono.
Por ejemplo, ahora estoy viendo en el vidrio el
reflejo de una lámpara que alguna vez me llevé de un lugar que compartía con
otra gente. Esa lámpara es mía y lo que me viene a continuación es el recuerdo
de haberla retirado de este lugar y el símbolo que ello fue: el recuerdo de que
haberme llevado la lámpara significaba que me estaba yendo. ¿Ven lo que es la
mente?
Miro una ventana, veo que algo se mueve, sé que es
la lámpara, me acuerdo del día en que me la llevé, me acuerdo del momento feo,
me acuerdo del distanciamiento... ¡mientras que en apariencia no hice nada! Por
eso, aconsejan repetir mentalmente esta palabra todo el tiempo, como mantra,
porque aunque uno esté en silencio, es la boca la que está en silencio: la
mente nunca detiene su charla. Así que repítanla, y seguro que algún
pensamiento van a detener.
Entonces: lo que yo hago para practicar es sentarme
y observar los pensamientos que se presentan, detectarlos e interrumpirlos
repitiendo Ho'oponopono. En el ejemplo que les di el de la lámpara, cuando veo
el reflejo, inmediatamente digo: ho'oponopono.
Con ello, detengo el pensamiento antes que se
presente la asociación lámpara-retirarme-distanciamiento. Me quedo entonces en
silencio, hasta que se presenta el siguiente pensamiento, y le repito la
palabra... y así puedo detener por un momento el incesante funcionamiento de la
mente. No me crean, por favor. ¡Úsenlo!".
Silvia nos decía esta semana, respecto de la
técnica de Ho'oponopono, que habló con una persona que es especialista en su
aplicación, que vive en EEUU, y que esta mujer le contaba que nosotros estamos
cargados de memorias. Que ella (la mujer de EEUU) por ejemplo, ahora tiene a su
marido enfermo, y tiene que hacer un esfuerzo terrible para ver sólo a su
marido, ya que en realidad lo que ve es su recuerdo de lo que ella cree que es
su marido y de lo que ella cree que es esa enfermedad. Entonces, se la pasa
repitiendo "ho'oponopono, lo siento, te amo" porque lo que le viene
todo el tiempo a la mente es el recuerdo de lo que ella piensa que su marido y
la enfermedad son.
Entonces, hay que estar todo el tiempo limpiando.
Es un trabajo permanente de traer a la mente todo el tiempo estas palabras y de
saber que somos una memoria; que viene incluso de antes de nuestro nacimiento,
porque somos la memoria de todos nuestros antepasados. Esta mujer dice que
atravesar esta memoria (por medio de la técnica de repetir ho'oponopono) y
quedar en el vacío, es como apretar la tecla de suprimir en la computadora.
Cancelar, suprimir esa memoria.
Una alumna preguntó si esta mujer era responsable
de la enfermedad del marido. Silvia dijo:
"No es que sea responsable de la enfermedad
del marido en el sentido de que sea su culpa. Ella, al ver al marido y la
enfermedad, trae toda su memoria, todo su sistema de creencias y empieza a
depositar en él todo eso. No es creadora de la enfermedad de su marido. Si ella
mira la enfermedad de su marido, (porque el marido podría estar enfermo y ella
no saberlo) pero si ella mira la enfermedad de él, como el observador afecta lo
observado, al mirarla, lo que hace es traer su banco de datos de la memoria, y
depositarlo en él. Con la técnica de repetir ho'ponopono - lo siento, te amo -
lo que hace es detener ese caudal de información que baja. Detener la
proyección, reconocer que eso es lo que sucede. Ojo: no es preguntarse
"por qué pasa esto". No se pregunta por qué, (por qué está pasando
esto, por qué esta situación, por qué yo proyecto...). Eso NO se lo pregunta;
ya que encontrar los motivos refuerza la creencia. Simplemente, aplica la
herramienta: repite "Lo siento, te amo, perdóname por aquello que está
dentro de mí, que está generando ahora este pensamiento que yo tengo respecto
de vos y tu enfermedad. Gracias, lo siento, me amo, y me perdono".
No "perdóname por crearte esta
enfermedad", sino "perdóname por esto que yo estoy pensando sobre vos
y sobre tu enfermedad, que viene de mi pasado". Silvia contó que el Dr.
Len dice que "te llevarás una gran sorpresa cuando veas entre tus
conocidos, gente nueva. Siendo los mismos de siempre, cuando dejen de estar
condicionados por tus creencias, serán como nuevas personas para ti".
Y luego Silvia agregó: "Será maravilloso
cuando a cada uno de los que comparten nuestra vida, le saquemos el guión que
le hemos dado para que representen. Porque de eso se trata: aprendemos en la
infancia qué papel habremos de representar, y luego buscamos (haciendo un
casting) a los actores que podrán participar con nosotros de nuestra vida.
Entonces, si tenemos que representar el papel de mamá, que fue dominada toda la
vida por nuestro padre gritón y prepotente (por dar un ejemplo), buscaremos un
hombre que pueda desempeñar ese papel. No nos vamos a enamorar de un hombre
amoroso, dulce, que jamás grita: nos enamoraremos de aquel que pueda cumplir con
el papel que ya le asignamos: un poquito prepotente, con tendencia a gritar...
y luego, fomentaremos en él (en forma inconsciente, por supuesto) las conductas
que nos sirven para representar ese papel. Busquen en la infancia el papel de
cuál de las figuras fuertes que vieron, están representando en la actualidad.
Si la figura fuerte era el abuelo, quizá estén representando el papel de la
abuela, o quizá han invertido los roles... Fíjense. Porque de eso se trata:
somos directores, guionistas y protagonistas de nuestra propia obra. Y antes de
salir a escena, vamos repartiendo los guiones con las frases que cada uno de
los actores tiene que decir, para permitirnos representar el papel que
aprendimos.
Cada uno de nosotros vive en SU obra, que
representa todo el tiempo, siendo protagonista absoluto. Y así, hago que esta
persona diga esto, y que la otra persona diga otra cosa... La técnica hace que
uno libere al otro de ese guión. Que se encuentre con el otro, sin guiones para
representar. ¿Quién será el otro en verdad, si mi energía no le pide al otro
que diga lo que quiero escuchar? ¿Quién estará ahí? ¿A quién encontraré ahí
cuando lo libere y le permita hacer su improvisación?".
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