El Doctor George W. Crile Jr, de
la Cleveland Clinics, uno de los cirujanos más importantes del mundo en su
tiempo, declaró abiertamente:
“Todas las muertes mal llamadas naturales no son más que el punto
terminal de una saturación de ácidos en el organismo”. Contrario a lo anterior es totalmente
imposible que un cáncer prolifere en una persona que libere su cuerpo de la
acidez, nutriéndose con alimentos que produzcan reacciones metabólicas
alcalinas y aumentando el consumo del agua pura; y que, a su vez, evite los
alimentos que originan dicha acidez, y se cuide de los elementos tóxicos. En
general el cáncer no se contagia ni se hereda…lo que se heredan son las
costumbres alimenticias, condiciones
ambientales y estilos de vida que lo producen."
Una vez finalizado el proceso de
la digestión, los alimentos de acuerdo a la calidad de las proteínas, hidratos
de carbono, grasas, minerales y vitaminas que otorgan, generaran una condición
de acidez o alcalinidad al organismo. El resultado acidificante o alcalinizante
se mide a través de una escala llamada PH, cuyos valores se encuentran en un
rango de 0 a 14, siendo el PH 7 un PH neutro. Es importante saber cómo afectan
la salud los alimentos ácidos y alcalinos, ya que para que las células
funcionen en forma correcta y adecuada su PH debe ser ligeramente alcalino. En
una persona sana el PH de la sangre se encuentra entre 7,35 y 7,45. Tener en
cuenta que si el PH sanguíneo, cayera por debajo de 7, entraríamos en un estado
de coma cercano a la muerte.
Hoy en día comemos muchos
alimentos procesados, harinas y azucares muy refinados, colorantes
artificiales, preservantes, edulcorantes y químicos de todo tipo…si agregamos
los alimentos transgénicos y la ingestión de agua clorada muy procesada,
filtrada y transportada por bombas y tubos metálicos donde recibe una carga
adicional de metales pesados; entonces podemos inferir que estamos en graves
problemas; así que debemos tomar medidas urgentes y hacer cambios radicales en
nuestros hábitos alimenticios y estilo de vida si queremos curarnos
definitivamente o seguiremos enfermando frecuentemente.
El consumo de grandes cantidades
de azúcar cruda es hoy el principal factor acidificante de la dieta humana,
además de ser el nutriente fundamental de las células cancerosas. Por tanto es
un factor determinante en el origen de la epidemia de cáncer que sufre hoy la
humanidad. A finales del siglo XIX el consumo de azúcar era de apenas 10
kg/persona/año. Hoy en día pasa de 30 kg.
Mantener una dieta diaria entre
70 u 80 % de alimentos alcalinos y 20 o 30 % de alimentos ácidos, nos permitirá
mantener el Ph sanguíneo alcalino (entre
7.35 y 7.45) y gozaremos de una salud óptima.
Recordemos que alrededor del 80 %
de nuestro cuerpo está formado por agua, lo que implica que debemos consumir
diariamente un vaso de agua por cada 10 kilos de peso corporal como promedio
para mantener un nivel óptimo de hidratación. Esto garantiza que nuestras
células vivan en un medio acuoso adecuado que les garantice desarrollar las
funciones vitales esenciales. Cuando decimos agua NO decimos jugos o
refrescos…a nadie se le ocurriría limpiar su casa o lavar su ropa con jugo de
naranja o coca cola, ¿verdad?
El gran inconveniente es que el
agua que consumimos regularmente puede tener buena calidad higiénico-sanitaria
pero es muy pobre desde el punto de vista energético. Tengamos en cuenta que la
vida en el planeta surgió en el agua y cuando nos pusimos de pie como homo sapiens bebíamos agua en ríos,
arroyos, lagos o de la lluvia, todos ellas fuentes naturales de agua.
Allí, este elemento esencial
posee todas las características energéticas (quánticas) esenciales para la vida
aportando la energía vital indispensable para el buen funcionamiento celular.
Apreciemos que los cristales de agua son
estructuras geométricas con carga eléctrica que son modificadas por acciones
físicas o químicas externas o internas, dependiendo de la estructura que ella
forme así será la capacidad de las células de utilizarla de forma adecuada o
no.
Estudios del Dr. Masauro Emoto
quien se ha encargado de estudiar y fotografiar los cristales de agua corrobora
esta tesis. Este científico ha sometido el agua a diversas emociones, palabras
o energías y ha comparado la estructura
que adoptan sus cristales en cada caso, así como el agua proveniente de fuentes
naturales y fuentes artificiales. Es de notar como en determinadas
circunstancias el agua no logra formar cristales de ningún tipo, imagine
entonces lo que esas emociones, palabras o vibraciones hacen a nuestro cuerpo:
lo envenenan.
Así que es nuestra
responsabilidad si queremos recuperar y mantener la salud beber agua
energéticamente viva, con todo su potencial quántico.
Resumiendo: células sanas viven en un entorno
alcalino y oxigenado, lo cual permite su normal funcionamiento, las malignas
viven en un ambiente ácido y carente de oxígeno.
¨Que el alimento sea tu medicina, que tu medicina sea el alimento¨. Hipócrates.
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