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sábado, 13 de septiembre de 2014

Cáncer y Nutrición. Dra. Carmen Porrata. Congreso de la FAO 2011. (2)

Hay muchos ejemplos cotidianos, de la práctica generacional, que avalan como se puede equilibrar aquello que acidifica (que dilata, irrita, da dolor) con lo que alcaliniza (que contrae, desinflama, quita el dolor), como por ejemplo la sal. • Gárgaras de agua con sal para eliminar la irritación y el dolor provocado por una faringitis o amigdalitis. • Baños de agua con sal, o simplemente baños en la playa para curar heridas o pústulas en la piel. Fueron los chinos los que mediante la observación práctica a lo largo de miles de años hicieron la clasificación de todas las cosas, incluyendo los alimentos, en dos polos opuestos, pero complementarios, que ellos llamaron Yin y Yang. En esta clasificación la sal está en el extremo Yang, mientras que el azúcar está en el extremo Yin, por lo que un paciente diabético descontrolado, con glucosa alta en sangre, está en un estado Yin, de acidificación, dilatación, irritación, propenso a infecciones, como realmente tiene lugar. Las infecciones por bacterias u hongos, a la vez, son generadoras de ácido láctico, lo que conduce a una mayor acidificación, y hace caer al paciente diabético en un ciclo vicioso.
De acuerdo a la epidemiología se puede observar que los diabéticos tienen un mayor riesgo de desarrollar cáncer, lo cual apoya las teorías anteriormente expuestas. La capacidad antioxidante total (CAT) de las dietas Ma-Pi pudiera estar implicada en los efectos terapéuticos observados en los casos con cáncer. La CAT de estas dietas, medida por los métodos ABTS y FRAP, ha sido estimada en valores cercanos a 8 000 y 1 500 mg de ácido ascórbico, respectivamente; estos valores son mucho más altos que los reportados para la dieta española mediterránea, la cual ha ganado fama en la prevención y tratamiento de una gran cantidad de enfermedades crónicas, precisamente debido a su alta capacidad antioxidante. También la cantidad de polifenoles contenidas en las dietas Ma-Pi es alta; fue estimada en valores cercanos a 2 600 mg de ácido gálico, versus 1 171 mg en la dieta mediterránea española. La heterogeneidad y complejidad de la dieta humana ha sido siempre un gran desafío para la investigación científica. Su efecto en la salud no puede ser analizado con una visión reduccionista a partir del simple contenido químico de energía y nutrientes de los alimentos. Los alimentos además de aportar nutrientes, contienen una serie de sustancias no nutritivas que intervienen en el metabolismo secundario de los vegetales: sustancias colorantes (pigmentos), aromáticas, reguladoras del crecimiento, protectoras naturales frente a parásitos y otros, que no tienen una función nutricional clásicamente definida, o no son considerados esenciales para la salud humana, pero que pueden tener un impacto significativo en el curso de alguna enfermedad, como en el caso particular del cáncer. Estas sustancias se denominan fitocompuestos o compuestos bioactivos (CBA). Se considera CBA de un alimento al que aporta un beneficio a la salud más allá de los beneficios nutricionales básicos. Como tales se reconocen los compuestos fenólicos: simples (hidroxitirosol, orto-cumárico y para-cumárico, ácido gálico, ácidos clorogénicos y la capsaina) y los polifenoles (flavonoides, flavonas, flavonoles, flavononas, catequinas, proantocianidinas, antocianidinas, isoflavonas, estilbenos, resveratrol, curcuminoides, ligananos); además están los compuestos azufrados, terpenoides y los fitosteroles. Las dietas Ma-Pi contienen una gran cantidad de CBA, debido a su alto aporte de cereales integrales (±300g/día), vegetales ((±700g/día), leguminosas ((±60g/día), semillas y nueces ((±30g/día), té verde sin teína (2 l/día), además de pequeñas cantidades de algas marinas y productos fermentados de soya (miso, tamari). Estas dietas son también ricas en otros CBA con reconocidos efectos beneficiosos, como la fibra dietética (soluble e insoluble), ácidos grasos poliinsaturados (familia omega 3), ácido graso monoinsaturado (omega 9), tocotrienoles, gama orizanol, probióticos y prebióticos. Dentro de las propiedades demostradas de todos estos compuestos destacan las: • Antioxidantes • Cardioprotectoras: antiarrítmicas, antitrombóticas, hipolipemiantes, mejoran función endotelial, diuréticas, disminuyen la presión arterial • Neuroprotectoras • Anticancerígenas: inducen apoptosis, inhiben angiogénesis, evitan invasión y metástasis • Potencializan respuesta inmune • Hipoglicemiantes • Aumentan sensibilidad a la insulina • Antiinflamatorias • Digestivas: modifican flora intestinal, inhiben crecimiento bacterias nocivas, colagogas, evitan estreñimiento, detoxifican hígado • Quelantes: atrapan metales pesados y radiaciones • Antisépticas y bactericidas • Termogénicas: reducen peso corporal Las acciones mas investigadas de estos compuestos han sido precisamente las relacionadas con el cáncer: antiinflamatorias, apoptosis, ciclo celular, angiogénesis y metástasis. En relación con la apoptosis se reconoce que los CBA licopeno, capsaicina, luteolina, curcumina, genisteína, EGCG, feniletilisotiocianato y dialilsulfuros, pueden inducir apoptosis mediante la vía intrínseca en diferentes líneas celulares, permeabilizando la membrana externa de mitocondrias y liberando factores proapoptóticos que actúan como activadores secundarios de caspasas, incluyendo citocromo c, endonuclesa G y Smac/DIABLO. Estos factores se liberan al citoplasma, donde forman complejos proteicos que activan caspasa 9 y finalmente caspasa 3. También son capaces de liberar factores inductores directos, como el factor inductor de apoptosis AIF, que puede ser inducido por los CBA alicina y sulforafano. En relación con el ciclo celular hay suficiente evidencia que indica que diferentes CBA son capaces de detener el ciclo celular en distintas líneas celulares: los ácidos o-cumáricos, p-cumárico, y ácidos clorogénicos detienen el ciclo en la fase G1, y S/G2; EGCG, DAS, ginesteína y curcumina en la fase G2/M; y sulforafano en la G y además bloquea la fase S. En relación con la angiogénesis y metástasis se reconoce que los CBA sulfurano, aliína y dialiltrisulfuro inhiben la angiogénesis, mediante diferentes mecanismos como inhibición del VECF o del factor de crecimiento de fibroblastos; mientras que licopeno, sulforafano, quercitina y dialilsulfuro, entre otros, podrían inhibir la adhesión, invasión y migración del proceso metastásico, efecto que puede ser atribuido a la disminución de la actividad gelatinolítica de MMP-2 y MMP-9. No cabe duda que cuando se consume una dieta Ma-Pi se ingieren una gran cantidad de estos compuestos bioactivos que presentan efectos anticancerígenos demostrados. Incluso, se conoce que de las algas se obtienen potentes derivados anticancerígenos de reconocido uso en la terapia farmacológica contra el cáncer: citarabine (inhibe síntesis de DNA), bryostatine (activa la PKC), dolastatine (inhibe microtúbulos y tiene efecto pro-apoptótico), ecteinascidine 743 (alkylación del DNA), aplidine (inhibe la progresión del ciclo celular), holicondrine B (interactúa con la tubulina), discodermolide (estabiliza con la tubulina) y cryptophycin (hiperfosforilación de Bc 1-2). Y es que debemos tener presente que las plantas han sido fuentes de medicinas desde inicios de la historia de la humanidad, como ejemplo se pueden citar algunos potentes citostáticos, de amplio uso en la Oncología: vinblastina, vincristina, etoposide, teniposide, taxol, navelbine, taxotene, topotecan e irinotecan. En China se emplean también otros derivados como son: 10-hydroxicrotaline, d-tetrandrine, (-)-sophocarpine, monocrotalidine, lycobetaine, indirubin, colchicinamide, curcumol y curdione. Actualmente se está trabajando con una serie de compuestos novedosos derivados de las plantas como son: anthroquinonas, emodin, aloe-emodin, bryostatin 1, dolostatina, auristatinas y combretastina. El tratamiento del cáncer debe incluir los beneficios de la medicina botánica; existe la necesidad de estimular el desarrollo de terapias eficaces contra el cáncer, sin los efectos secundarios de los tratamientos actuales. Es hora de meditar, recapitular, revisar los resultados científicos buscando mas soluciones a nuestros problemas, analizar otros puntos de vista, investigar otras alternativas que hasta ahora no han tenido mucho aval científico pero si muchos resultados, con evidencia clínica, como ha sido el caso de la Macrobiótica Ma-Pi, que desde hace 10 años se está investigando en Cuba con una gran cosecha de buenos resultados en una casuística de más de 15 mil pacientes, muchos de ellos con cáncer en diferentes localizaciones (mama, hígado, riñón, esófago, próstata, huesos, linfoma) y que todos han superado en varios años la expectativa de vida dada por sus oncólogos, una vez recibido, sin éxito, sus tratamientos convencionales de radioterapia y citostáticos. De todos los casos atendidos con cáncer, hay dos que llevan la mayor cantidad de años de sobrevida: un caso con osteocondrosarcoma operado, que incluso recibió sólo dos sueros citostáticos por no tolerancia, con un pronóstico de dos meses de esperanza de vida, y que ya lleva 9 años de sobrevida; éste fue el primer caso con cáncer que se intervino con dieta macrobiótica al año de haber iniciado el proyecto auspiciado por Mario Pianesi. El segundo caso es un paciente con hipernefroma operado, que desarrolló inmediatamente metástasis en hígado, con un pronóstico de un mes de esperanza de vida, y ya lleva 8 años de sobrevida. Ambos pacientes presentan actualmente buen estado de salud y están incorporados a una vida normal. A partir de estos casos se han ido sumando nuevos pacientes, cuyas evoluciones satisfactorias brindan a la ciencia una magnífica línea de investigación con muy buenas perspectivas. Falta mucho por investigar y profundizar en muchos aspectos, pero es obvio que no se puede hacer una medicina que sólo está detrás de los medicamentos y procederes terapéuticos que actúan como bomberos, apagando el incendio, pero no eliminando la verdadera causa de la enfermedad, la cual está casi siempre en los errados estilos de vida y en la perdida del equilibrio, de la homeostasis. Agradecimientos: Agradecemos a Mario Pianesi, en primer lugar, por habernos dado sus conocimientos adquiridos durante muchos años de lucha ante una medicina altamente dogmática y reduccionista, y en segundo lugar, por habernos despertado el interés en el estudio de la Macrobiótica con el método científico. Bibliografia consultada: Kroemer G, Pouyssegur J. Tumor Cell Metabolism: Cancer,s Achilles, Heel. Cancer Cell 2008;13: 472-481. Brahimi-Horn MC, Chiche J, Pouyssegur J. Hypoxia signalling controls metabolic demand. Curr Opin Cell 2007; 19:223-229. Hanahan D, Weinberg RA. The Hallmarks of Cancer. Cell 2000;100:57-70.

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